sábado, 15 de enero de 2011

Neofascismo y fundamentalismo. Sarah Palin, Tea party y la matanza de Arizona.

Sarah Palin: ¡carga y apunta!

La orden de la lideresa del Tea Party y la matanza de Arizona.

Por: Eduardo González Viaña. Escritor peruano y catedrático en Oregón.

En los años veinte del siglo pasado, un desconocido de bigotito solía pararse sobre las mesas de las cervecerías de Múnich para culpar a los judíos de todos los males que padecía la Alemania de entonces. Proclamaba que tomaría el Gobierno para exterminarlos y para construir una gran patria milenaria.

Poca gente culta le creyó. Un tío de mi amigo José Adolph, profesor en Heidelberg, aseguró que el hombrecito de ninguna manera llegaría al poder. «En todo caso, es un idiota inofensivo», dijo, «Alemania es un país culto. No lo toleraría ni un mes».

Cuando le aconsejaron escapar, el catedrático de Heidelberg decidió permanecer en su patria. Como millones de alemanes, tanto él como toda su familia, excepto el padre de José, que huyó con los suyos a Nueva York, fueron sacrificados en las cámaras de gas y en los hornos crematorios de Dachau, Auschwitz y Birkenau.

Hace dos años, la señora Sarah Palin ganó notoriedad en Estados Unidos como candidata a la Vicepresidencia en la lista del republicano John McCain. Sus cantinfladas sin fin y la muestra permanente y risible de su ignorancia la hicieron famosa y fueron a la postre uno de los orígenes del descalabro republicano.

«Made in Palin», se puede citar que: (1) África es un país, no un continente. (2) ¿Tres nombres de los periódicos americanos que leo?... Son muchos. Ejem, ejem, pero le traeré la lista la próxima vez que usted me entreviste. (3) ¿La función del Vicepresidente?? Ejem? Es estar a cargo del Senado. (4) Por supuesto, apoyaremos militarmente a nuestros aliados de Corea del Norte? Espere, espere? Corea del Norte, ¿es la que queda al Sur, no?

Y sin embargo, después de la derrota de McCain y en menos de dos años, la señora Palin se ha convertido en una lideresa. Su invención personal, el Tea Party le ha permitido manchar el prestigio del Partido Republicano y robarle la mayor parte de sus afiliados. Por fin, el palinismo se ha convertido en una fuerza política imparable, ganadora absoluta de las elecciones nacionales del pasado noviembre.

Aunque la señora confiesa no haber leído jamás un libro, aparte de los textos de Secundaria, ella y sus partidarios han elaborado un atractivo movimiento que evoca una de las historias de la Guerra de la Independencia. A propósito de ello, el noventa por ciento de sus partidarios no recuerda en qué año se produjo la independencia de los Estados Unidos.

El Tea Party proclama un violento nacionalismo. Su ideología, expresada en carteles, apunta, en primer lugar, contra el presidente Obama y contra el seguro universal de salud. Según Palin, el seguro de salud es propio de los países europeos que son todos socialistas y, por ende, enemigos de Estados Unidos.

Con apuntes garabateados en su mano izquierda mientras habla por TV, Palin ha logrado convencer a millones de norteamericanos pobres de que es preferible morirse de una enfermedad cualquiera que aceptar la gratuidad del seguro. «¿Quién va a pagar el seguro? Las empresas farmacéuticas... No, amigos, eso no es justo. Hay que detener las hemorroides (por decir hemorragia) de dólares que van a sufrir los ricos. No es justo, amigos. Ellos han ganado su dinero honradamente».

Palin reitera después los postulados del Partido Republicano, pero lo hace con ferocidad. Y sus «ideas» se expresan en las pancartas de su gente: «Hay que echar a los inmigrantes fuera de América. Hay que mandarlos a México», «Abajo la sodomía. Dile que no al socilismo (sic por socialismo)». «Defendamos la raza americana». «En el zoo hay un león (lyon) y en la Casa Blanca, un lying (mentiroso)». En otras pancartas y en las placas de los automóviles aparece el lazo de una horca y la caricatura del presidente Obama.

Acaso lo más temible de los ganadores de las elecciones de noviembre es su temible ignorancia. Sarah Palin los ha conquistado porque es la imagen de lo que ellos consideran una verdadera mujer americana que se enorgullece de contar que nunca compró un libro, ni entró en una biblioteca, ni conoció un teatro, ni mucho menos tiene pretensiones universitarias.

Para responder a los demócratas que piden la abolición de las armas de fuego en manos de particulares y el cese de la cacería de venados, la buena señora acude a la Biblia (que tampoco ha leído): «Si Dios no quería que comiéramos animales, ¿por qué los hizo de carne?».

Tal vez eso es lo más peligroso. En los carteles del Tea Party se lee: «Nosotros venimos desarmados? (Por ahora)» http://politicalhumor.about.com/library/bl-tea-party-signs.htm?PS=647%3A14&x=376&y=124.

En la página web de Sarah Palin, una orden conmina al lector «carga y apunta». Debajo de ella, hay un listado de políticos liberales a los que hay que apuntar.

Uno de sus asiduos lectores premeditó durante meses y, por fin, cargó, apuntó y disparó contra una congresista marcada por Palin. Gabrielle Giffords cayó gravemente herida. A su lado, murió un juez que pugnaba contra las leyes racistas de Arizona y una niña de 9 años. En total, seis personas y una veintena de heridos.

Un periódico de Madrid señala que «Sarah Palin no es responsable». Sus autores son irresponsables. No sé cuántos muertos más tienen que caer para que los redactores y, mejor que ellos, los norteamericanos se convenzan de que las tacitas de té del Tea Party contienen cianuro. Como dice Sarah Palin, «carga y apunta»... Y ya empezaron los disparos.

Fuente: Lne.es . Miércoles 12 de enero de 2011.

1 comentario:

  1. Menos mal que has titulado tu bloc como pensamiento libre y crítico, de lo contrario cualquiera pensaría que se trata de un panfleto estúpido más.

    Un saludo.

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